Yordan Álvarez, el Gigante de Ébano, dejó su huella en el Yankee Stadium. Con un swing poderoso, Álvarez conectó su octavo jonrón de la temporada, un cuadrangular solitario que no solo silenció a la fanaticada local, sino que también marcó el ritmo del juego entre los Astros de Houston y los Yankees de Nueva York.
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El cubano enfrentó al abridor de los Yankees, Marcus Stroman, y con un conteo de tres bolas y dos strikes, Álvarez desató la furia de su bate, enviando la pelota a 116.8 millas por hora hacia el segundo piso del jardín derecho. Este batazo no solo puso a los Astros en ventaja temprano en el juego, sino que también lo acercó a una impulsada de la cifra de 400 remolques en su carrera, un hito que sin duda alguna alcanzará pronto.
Sus números en la temporada reflejan la consistencia y el poder que Álvarez ha traído al plato. Con un promedio de bateo de .245, un OBP de .325 y un OPS de .773, el jardinero izquierdo ha sido una pieza clave en la alineación de los Astros. Aunque sus estadísticas en los últimos siete juegos muestran un descenso, con un promedio de .115, es evidente que su impacto en el campo no se mide solo en cifras.
El encuentro entre Astros y Yankees culminó con una victoria para Houston, 4-3. Los Astros tomaron la delantera en la primera entrada y mantuvieron su ventaja a pesar de un intento de remontada por parte de los Yankees. Con este resultado, los Astros continúan su camino en la temporada, y Yordan Álvarez sigue demostrando por qué es uno de los bateadores más temidos de la liga.