Aunque por los lados de la tercera base había una importante legión de boricuas, en el extremo predominaba el azul, color que identifica a Nicaragua, con un entusiasta grupo de aficionados que se acercaron para presenciar el histórico primer partido de su país en el clásico caribeño.
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No sorprende que el éxodo "Nica" diga presente, mucho menos si se tiene como antecedente el pasado Clásico Mundial, en donde la selección dirigida por Sandor Guido, logró arrastrar a otra importante comunidad hispana radicada en Miami y que motivó a la invitación por parte de la Confederación y los Marlins para asistir a la Serie del Caribe.